Cuando en una de las ciudades más lluviosas del mundo, ésta te da un respiro hay que aprovecharlo. Así que mi segunda tarde en Bergen, tras un duro día de viaje por los fiordos en los que mis retinas estaban ya saturadas de belleza, intenté aprovechar cada rato en que el cielo no precipitaba sobre mi cabeza. Primero con un poco de paseo por la ciudad de camino al hotel desde la estación.
Una vez dejada mi mochila en el hostal, 30 minutos de descanso y esperar el final de la siguiente chaparrada, momento para colgarse cámara y último juguetito al hombro para intentar sacar alguna foto decente. El día anterior había fotografiado Byggen y la fortaleza desde el mismo lado del puerto. Tocaba pasearse por la zona opuesta para obtener más apertura. Os dejo unas fotos en las que se aprecia mejor que sí merece la pena. Algún día intentaré sacar una panorámica con las fotos que tengo, jeje.
Siguiendo el puerto (en realidad un fiordo), se va hacia el aquarium y vistas de otra zona de la ciudad, separada del antiguo centro por monte y agua. Parecía un buen sitio para sacar alguna foto más. Las fotos... ninguna maravilla, pero la zona merece darse un paseo de hora y pico. Una foto se salva, la siguiente, y las casas en la foto.... no me importaría vivir en una de ellas.
En esas andaba cuando de nuevo se puso a llover de forma importante, así que era momento para una retirada estratégica al hostal. Momento para reponer fuerzas con algo de cena y prepararse para salir (era domingo por la noche y el lunes era festivo). Problema: el ambiente en hotel no era demasiado joven, y mucha de la gente se preparaba para excursiones al día siguiente, con lo que salir de fiesta con gente del hotel se torno imposible. Bueno, veamos si no llueve y podemos aprovechar para sacar mis primeras fotos nocturnas con trípode. ¡Corre insensato que ha dejado de llover y esto no puede durar!.
Y no dio tiempo para más. De nuevo lluvia. Intenté darme un paseo bajo la lluvia para localizar la zona de fiesta, pero la verdad es que no encontré prácticamente nada, y considerando los precios de las bebidas en Noruega.... casi que mejor para mi economía. En el próximo post, mi último día en Bergen y algunas buenas fotos, que se que os gustan :P
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