Viaje verano 08 - Riga

13 horas sentados en un tren, esta vez sin posibilidad de tumbarnos. Eso era lo que pensabamos que nos esperaba. Y realmente hubiera sido así, si el tren hubiera ido lleno. Gracias a que no iba lleno pudimos coger otros sitios y finalmente disfrutamos de un bastante apacible viaje en tren. En nuestros sitios (son zonas de 6 sitios y nosotros eramos 5) coincidimos con una mujer rusa muy amable que habia vivido en Riga durante bastante tiempo y que nos estuvo intentando explicar distintas cosas durante el viaje. También nos dio a probar una especie de torrijas elaboradas por ella misma y una especie de semilla o parte de una planta que se suponía era bueno para limpiar los dientes y para provocar somnolencia. De las cosas más repugnantes que he comido, pero algunos dicen que si que les hizo dormir, jeje.

Nos avisó de que en el tren haría bastante frío por la noche. Parece que no tienen sistema de calefacción (el tren era bastante antiguo, la verdad). Aunque esa noche no pasamos frío, seguro que en pleno invierno... A mitad de la noche nos pararon en la frontera. De nuevo revision de pasaporte y visado por parte de autoridades rusas primero y luego por autoridades letonas. Lo más coñazo del viaje, casi seguro.

A eso de las 9 am llegamos a Riga y perdimos de vista (no al 100%) el cirílico. Lo echaré de menos, jeje. Conseguimos un mapa y nos dirigimos hacia nuestro hostal, que debía encontrarse en pleno centro de la ciudad. En ese momento ya nos dimos cuenta de que Riga era pequeñita y que nosotros nos la hubieramos vista en una mañana o menos, jeje. Con eso no quiero decir que no sea chula o que no merezca la pena, porque la verdad es que es bastante interesante de ver con una parte antigua muy conservada, con un estilo bastante medieval aunque se ven algunos edificios (en gral centros comerciales) con un diseño actual.


Por las calles de Riga
Otra calle
Aquí no se andan con eufemismos con lo que venden, jeje


El hostal lo encontramos sin muchas dificultades y estaba bastante bien. Hasta la 1 no podíamos hacer el check-in, así que dejamos las maletas, desayunamos un poco, descansamos un rato y nos decidimos a ir a dar un paseillo. En Riga teníamos un contacto, gracias a Asier, que nos iba a enseñar la ciudad un poco por la tarde. Planeabamos quedar con ella, sí era una chica llamada Anastacia, para comer y luego disfrutar de la ciudad, ya que además fue el único día que parecía no nos iba a llover. Nos fuimos hasta el mercado, que esta situado en un antiguo angar de Zeppelins. Un sitio muy curioso y en la que se podía encontrar practicamente de todo. Menuda pinta tenia el salmón fresco!!!
¿Qué harían los trotamúsicos en Riga?
Los hangares
Dentro del mercado

Tras la visita al mercado y un poco de callejeo, era hora de volver al hostal para hacer el check in, ducharnos e ir a comer. A las 14:30 nos encontramos con Anastacia y una amiga suya, Sasha, que también sabía inglés. Comenzamos con una pequeña vuelta por la ciudad antes de ir a comer a una restaurante especializado en comida con ajos. Se ve que en esta parte del mundo, también en Rusia, el ajo es bastante común en muchas comidas. La comida estaba buena, aunque eso de que hasta los postres tengan ajo.... un poco demasiado. Aún así, un sitio interesante para ir y más en buena compañía, jeje.







La antigua plaza del Duomo (ayuntamiento)
Callejeando
Uno de esos nuevos edificios en mitad del casco histórico
La plaza principal, donde ahora esta el ayuntamiento
Universidad junto a la plaza
El ayuntamiento
Más callejuelas
El restaurante en el que comimos


Tras la comida, vuelta a caminar para seguir viendo la ciudad, aunque en buena medida ya la habíamos visto. Nos acercamos hasta el río (Daugava) para caminar junto a su orilla. Pudimos ver como en la otra rivera comienza a haber bastantes edifios típicos de ciudades capitalistas y modernas, aunque casi todos eran de bancos o grandes corporaciones. Según paseabamos junto al río pudimos presenciar una exhibición aerea. Parecía que nos habían estado esperando, jeje. Vimos algunos parques, iglesias, ... y nos dirigimos a tomar un café en el bar más alto de Riga. Piso 27 de un hotel. Una vistas muy chulas. Una pena que no recuerde el nombre.








Torre de la catedral. En teoría se puede subir, pero no llegamos a tiempo
Exhibición
Nueva zona comercial de Riga
Monigote sobre la fundación de Riga
Parte de la antigua muralla, de la que no queda mucho
Vistas desde el bar
¿Qué pedir? Lo más fuerte
Esas letonas! Asier, el email, jeje
Vistas desde los baños XD


Tras este descanso, vuelta a caminar para ver lo que nos faltaba. La opera, un parque con unos puentecitos sobre canales artifiales donde los recién casados dejan candadaos con sus nombres, ... Y así pasamos la tarde, sin demasiadas aventuras. Para cenar, nuestras guías nos llevaron a un lugar que debe ser bastante típico entre los letones para todo tipo de celebraciones, LIDO. Un poco a las afueras, por lo que cogimos un taxi, pero interesante. Es una cadena, por lo que hay varios, pero al que nos llevaron era enorme y estaba muy bien preparado para poder ir toda la familia. Una vez dentro era una especie de self-service en la que podías elegir entre multitud de platos a un precio muy económico (y más considerando las raciones). Había musica y un ambiente muy interesante. Una buena elección. Las muchachas trabajaban al día siguiente, así que nos tuvimos que despedir de ellas bastante pronto (23:00) y dirigirnos hacia nuestro hostal.





La opera o teatro
Uno de los puentes con candados
Candado en detalle
¿Alguien se quiere casar?
En el LIDO tenían hasta esta atracción para los peques
Comida rica rica


Antes de irnos a la cama, vuelta por el centro para ver si había algo de ambiente (domingo por la noche) que no encontramos. Un par de cervecitas y de vuelta al hostal. A la mañana siguiente llegó el triste momento de la despedida (os echo de menos tios!!!!) y la vuelta a casa. Yo tenía el avión por la tarde, así que pasé buena parte de la mañana dando una vuelta y mirando alguna tienda, por no aburrirme. Y eso es todo amigos. Más y mejor en el próximo viaje. ¿Dónde será? Os dejo un par de fotos extra

Bandera al viento
Gato en el tejado que vi en un montón de souvenirs


Viaje verano 08 - San Petersburgo

Vagón 14 del tren a San Petersburgo. Tras el checkeo de billetes, pasaporte y visa por parte de la azafata del vagón, entramos dispuestos a buscar nuestras plazas. Primera sorpresa: nosotros esperabamos unos asientos relativamente parecidos a los de los trenes espanoles, pero en este caso el vagon contaba con unas literas a un lado y unos escualidos 2 asientos (uno frente a otro) al otro lado del escaso pasillo. Segunda sorpresa, esta vez positiva: esos asientos se podían convertir en una litera y encima había otra, con lo que en realidad sí que eran como literas, aunque el espacio no era suficiente para que yo pudiera dormir estirado XD. Por lo menos el viaje no fue tan duro como esperabamos. Lo malo fue que todo el mundo se echó a sobar muy pronto y teniendo en cuenta las posibilidades que nos ofrecia el vagón, nosotros tambien nos fuimos prontito a intentar dormir.

En el vagón
Y otra


A las 6 am ya estabamos en San Petersburgo. Los albergues no suelen dejar hacer el check in hasta las 11 o 12, asi que teniamos un monton de tiempo hasta que pudieramos tirarnos en las camas del albergue a descansar un poco en mejores condiciones. Decidimos caminar hasta el albergue de manera que podriamos empezar a ver un poco la ciudad y hacer algo de tiempo. Primera en la frente: a la salida de la estación había dos grandes calles y evidentemente cogimos la que no era. Anduvimos un poquillo hasta que conseguimos encontrar un cartel con el nombre de la calle y ¡Oh milagro! en San Petersburgo las calles si que están también en alfabeto latino. Así que media vuelta y a por la otra calle. Después de una buena caminata con las mochilas a cuestas llegamos hasta el hostal, Cuba Hostel. ¿Que tipo de hostal nos esperaba?¿tan malo o peor que el de Moscú?






De camino al hostal pasando por la catedral


Dado que el hostal era recepción 24 horas decidimos intentar acceder por lo menos para dejar nuestras mochilas en el luggage room y descansar un poco en un lugar seco (evidentemente estaba lloviznando cuando llegamos a S.Petersburgo, para no variar). El albergue eran los dos plantas superiores de un edificio de tres bastante antiguo. En el segundo piso se encontraba la recepción, a la que entramos llevandonos una (quizá varias) gratas sorpresas. Esto sí que era un hosta en condiciones por lo que parecia que nuestra estancia iba a ser mucho más agradable que en el anterior. La segunda fue que las recepcionistas eran unas lindas y jovenes rusas (menudos ojazos tenía una de ellas) con lo que el ánimo se nos levanto en aquella mañana gris. Dejamos las mochilas, desayunamos un poquito y a descansar un ratillo. En eso estabamos cuando conocimos a las chicas de oro. Unas australianas bien entradas en canas que estaban de vacaciones por las tierras bálticas y salian con camiseta y bragas al baño. Un autentico despolle, jeje. De hecho esa misma noche estuvimos un poco de charla con ellas (menudas birras se pimplaban las abuelas).

Tras un merecido descanso decidimos comenzar nuestro recorrido turístico por S.P. con intencion de volver al hostal para comer y echar la siesta. Comenzamos pues con la visita a la catedral (St. Isaac), que se encontraba junto a nuestro albergue. Edificio de tamaño considerable (se supone que la tercera mayor del mundo, aunque no creo que sea para tanto, la verdad) e interesante por ser ortodoxa, aunque en uno de los laterales tenia una columnata que, por lo menos a mi, me parecio queria imitar ligeramente a las del Vaticano (evidentemente a una escala mucho menor). Coincidió que justo ese dia fue el primado/obispo o como quiera que se llame en el culto ortodoxo y pudimos asistir a un ritual consistente en casi desnudarlo y volverlo a vestir. De lo mas curioso y repugnante por el sentido de sumision y superioridad que conllevaba. Tras un ratillo observando nos decidimos a seguir nuestro camino hacia la siguiente iglesia, esta si con una construccion mas tipica de las iglesias ortodoxas (the Saviour on Spilled Blood.).
Saviour on Spilled Blood desde un lateral

Las cupulas vistas desde el frente


Visita rápida y nos dirijimos hacia lo que si no recuerdo mal fue el primer palacio del Zar Pedro I el grande cuando decidio fundar la ciudad. La verdad es que comparada con el resto de palacios, parecia la casa del jardinero XD. Los jardines que lo rodeaban eran más interesantes. Este palacio está junto al Neva, así que aprovechamos para echar nuestro primer vistazo al río (a eso sí se le puede llamar río y no al Nervión XD) y sacar alguna fotillo. Hora de hacer alguna compra y volver al hostal. Comer rapidito y a echar una siesta.
En una estatua en los jardines

Asier junto al Neva con uno de sus puentes de fondo


Tras la siesta decidimos ir a dar un largo paseo e intentar visitar la mayor cantidad de sitios posibles, ya que las siguientes mañanas se preveían duras. A nuestro ritmo habitual, lease a toda ostia, nos dio tiempo a ver buena parte de los edificios y lugares atractivos de S.P. : el Hermitage por fuera, el Almirantadgo, el edificio de la bolsa, algunos museos, un par de puentes sobre el Neva (una pena no haber sacado tiempo para verlos de noche), la fortaleza de Pedro y Pablo, ... Un señor paseo a un buen ritmo, así que acabamos bastante cansados. Vuelta al albergue con intención de hacer una macarronada de cena y luego liarla un poquito.






Andoni con el Almirantadgo de fondo
Otra iglesia
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Lo mas interesante de la iglesia XD
Junto a la estatua de Pedro I
Momentos de decision junto al Neva
El Hermitage desde la otra orilla

Fuente en el Neva
En la "playa" de S.P., al borde de la fortaleza


Menos mal que sólo la ibamos a liar un poquito, porque si no... no me quiero imaginar lo que hubiera podido pasar. Empezamos tomando una birras (que bien entraban) en la sala común del albergue y charlando con un tipo - Alfredo - de Valencia que estaba intentando hacer viaje - con reportaje videográfico incluido que intentará vender a alguna productora - desde España hasta Japón sin dinero, intentando que la gente le ayude o trabajar. Personaje bastante curioso. Es posible que salgamos en el video si finalmente se llega a publicar, aunque si nos dedica el mismo tiempo que en su blog, creo que será un segundo, jeje. Tras Alfredo y sacar la botella de patxaran se nos unió otro nuevo personaje: Timur. Creo que se merece un parrafo aparte, jeje.
A la derecha en 1 plano, Timur. Luego Alfredo y Marquitos


Timur era un ruso sin ningún conocimiento de inglés (bastante normal entre los rusos) al que habiamos "conocido" por la mañana. Cuando llegamos al hotel tras el paseo matutino (12 am aprox.) subía él cargado con una caja de 24 latas de cerveza de medio litro junto a otro amigo, llamado Dimitri, y ya estaban borrachos. Cuando empezamos con el patxarán, quedaban en la nevera unas 4 latas, con lo que se habían bebido 20 a pachas. 5 litros de cerveza durante el día, por lo menos. Así que estaba en un estado de borrachera bastante avanzado y nos acojonaba un poco que se hubiera sentado junto a nosotros. Al principio no queríamos compartir con el nuestro brebaje mágico, pero tras insistir varias veces, decidimos dejarle catarlo. Chupitazo de patxaran que se tomo y nosotros con los ojos como platos. Nosotros seguimos a nuestra bola, empezando a animarnos con historietas, chistes, cantos, ... y Timur seguía allí mirándonos y como queriendo comunicarse. Finalmente propuso que brindasemos y accedimos a ello ofreciendole un poco más de patxarán. Despolle de brindis en ruso y Timur comenzó a dejar de darnos miedo para convertirse en el patrocinador de brindis sin descanso con el que nos empezó a mamar seriamente. Evidentemente el sonido de nuestros brindis y canticos atrajo a más gente del albergue: polacos, primeras rusas, austriacas,... Comenzaba la liada.
Y todavia estabamos calentando...


La botella de patxarán se termino, así que tocaba empezar otra: Brugal. Aquí Timur empezó a flaquear, su cuerpo ya no absorvía más alcohol. De hecho, al poco rato lo perdimos cuando callo de su silla al suelo para echarse una buena cabezada y tuvimos - o tuvieron, jeje - que trasladarlo hasta su habitación. Cuando ya pensabamos que nos ibamos a quedar sin brindis en rusos, se unió a la fiesta Marquitos. Otro ruso, doble de mi tamaño, que tomó el relevo de Timur para seguir los brindis. Ya estabamos desatados, menos Sergey que estaba un poco malo y no iba a salir. Se nos unió más gente: el irlandés con el que compartiamos habitación, otras tres rusas, ... El Brugal se acabó y sólo nos quedaba el Vozdka. Había que darlo todo. Menuda noche de brindis en ruso - que son más largos que un día sin pan - traducidos por una de las rusas recién incorporadas, canticos, despolle, ... 2 am de la mañana. Hora de salir un poco. Nos fuimos a un garito relativamente cercano al hotel que nos había comentado el irlandés y allí seguimos la fiesta. Vuelta al hostal a las 7:30 de la mañana tras desayunar algo - no recuerdo el qué pero diría que pizza.



Esas rusas! Salgo fatal, por cierto
Encontramos a Phoenix del equipo A, XD
Fiestaaaaa
Que no pare!


12 am del viernes. Hora planeada para levantarse y seguir con la visita turística. Solo Sergey fue capaz de levantarse y mantenerse despierto. Andoni llego a desayunar pero se volvió a dormir. Al final nos levantamos a eso de las 16:00 con una resaca de cojones y pocas ganas de movernos, pero era lo que tocaba. Intentamos ir al Hermitage, pero a las 17:00 chapaban la entrada y no llegamos a tiempo. Decidimos ir a ver el estadio del Zenit y luego algo más. Acabamos dando un "paseo" por lo que seguramente fuera una de las zonas más inhóspitas de S.P. de unas 3 horitas fácil y llegamos hasta otro parque de atracciones, al que está vez si que pudimos entrar pero las atracciones estaban cerradas debido - supongo - a la persistente lluvia que nos acompaño durante el último tramo del recorrido. Vuelta hacia el hotel con parada para comprar un poco de comida y una cerveza por cabeza para la noche, en la que solo teníamos ganas de salir Sergey y yo (aunque yo era más de noche relativamente tranquila)



La habitación el viernes por la mañana
Plaza junto al Hermitage
Junto al estadio del Zenit, una caquilla de estadio
Caminando en mitad de un bosque - parque


Llegamos al hostal y las chicas de recepción habían montado una fiesta basada en beber vozdka a la que nos animaron a unirnos. Se mascaba la tragedia. Les comentabamos que primero teniamos que cenar un poco y que luego decidiriamos. Fueron bastante insistentes, la verdad. Tras la cena, la cerveza y que la gente del albergue se nos fuera uniendo acabamos saliendo de nuevo con un aleman, las austriacas, unos americanos, una rusa, ... Una pena que perdieramos a las de recepción, jeje. Al final resulto una noche entretenida. Por cierto, las rusas son de arrimarse y restregarse bastante por lo que pudimos ver y comprobar, lo malo es que no se puede hablar con ellas XD.


La gente que nos llevamos de fiesta
Que guapos somos, jeje
Las austriacas



El sábado conseguimos levantarnos a una prudencial (entre otras cosas porque teníamos que dejar libre la habitación) y nos fuimos hasta Peterhof, un palacio cerca de S.P. frente al Baltico y junto a la desembocadura del Neva. Lo mejor del palacio son sus fuentes (la principal es preciosa) y sus jardines. Alli paseamos un par de horitas disfrutando de las vistas. Una pena que fuera un poco caro, aunque aquí si que colaron algunos falsos carnet de estudiante. Vuelta a S.P. y corriendo al Hermitage antes de que cerraran la taquilla. Llegamos bastante apurados pero ni tan mal, porque conseguimos entrar gratis en el museo (eran 350 rublos, algo más de 15 euros). Posiblemente la visita más rápida que nadie haya hecho a este museo: 1 hora y 5 minutos. Los cuadros en sí, aunque se supone que es una de las mejores pinacotecas del mundo, no me llamaron la atención y no hay un cuadro reclamo como en otros museos. Lo que si es impresionante es el propio palacio en el que esta el museo. Uno de los mejores en los que he tenido la suerte y/o oportunidad de estar. Simplemente por ello creo que merece la pena incluso pagar la entrada. Una pena que dejaramos las camaras en las taquillas (como suele ser requisito en muchos museos) porque en realidad podiamos haber entrado con ellas y haber sacado unas muy buenas fotos.



Entrada a PeterHoff
Junto a la ultima fuente de la entrada
En "la fuente"
La fuente principal


A las 18:00 nos echaron del Hermitage y hasta las 22:00 no teníamos el tren. Así que apuramos para hacer las últimas compras de souvenirs y regalos (vozdka entre ellos, por supuesto), despedirnos de la gente que aún estaba en el hostal y dirigirnos a la estación desde la que salíamos rumbo a Riga. Los rusos tienen la manía de tener un montón de estaciones de tren distintas, cada una para unos destinos concretos. Es un poco cristo para saber a donde tienes que ir y supongo que para hacer transbordos, jeje. Llegamos sin mayores complicaciones a la estación con tiempo de sobra para tomar un tentempié (cheese burger de McDonnald's que yo decliné) y de ver como la policía se llevaba de la estación a un par de borrachos y personas con no demasiada buena pinta. Nos quedaban pocas horas en Rusia, pero todavía podía pasar cualquier cosa. Se avecinaban 13 horas de tren, que nos habían anunciado peor que el de Moscú a S.P. ¿Qué nos esperaría? Lo veremos en el próximo y último capítulo.


A punto de coger el tren