Invitacion monarquica

Ayer me llegó la siguiente invitación a casa:

Es lo que tiene vivir en el extranjero. Es como las operadoras de telefonía móvil, que cuando estás con ella no te dan ni los buenos días, pero para captarte te prometen el oro y el moro.

Onomástica, según la acepción 4 de la RAE, es el día en que una persona celebra su santo. No sabía yo que hubiera un santo que se llamara Juan Carlos Alfonso Víctor María. Un nombre un tanto peculiar. Puestos a celebrar, podíamos hacerlo por cada uno de los nombres, digo yo. Además, con el de María.... la de días de fiesta que íbamos a tener!

No me he puesto a hacer cálculos, pero simplemente mandar esta invitación a todos los residentes fuera de españa, más la organización del envite en cada embajada española, yo creo que saldrá una pasta. Y todo para celebrar el santo (esto suena religioso) del jefe del estado de un país aconfesional. Si no fuera España... creo que alguien hubiera dicho algo en el congreso. Pero claro, como diría Rajoy, "esto no interesa". Y lo peor es que no se celebra ni su cumpleaños (que como estaba destinado a ser rey, lo parieron para la ocasion la noche en la que los católicos celebran algo por el estilo), ni su coronación.

Tengo suerte y me dejan llevar a un acompañante. Una pena que no pongan el menú. Si lo pusieran, me lo pensaría (que hay cosas que se añora, jeje), pero va a ser que no iré. Primero porque soy ateo, con lo que celebrar el Santo (aunque sea uno de cinco) no me parece apropiado. Segundo, porque soy antimonarquico. Se podían haber ahorrado la invitación.

Para más inri, nótese lo previsores que son en la Embaja, que en la parte superior izquierda advierten de que si llueve, la recepción no se celebrará. Y es que en Copenhague siempre brilla el sol, así que pará que molestarse en pensar en la posibilidad de lluvia. Spain is different.