Vagón 14 del tren a San Petersburgo. Tras el checkeo de billetes, pasaporte y visa por parte de la azafata del vagón, entramos dispuestos a buscar nuestras plazas. Primera sorpresa: nosotros esperabamos unos asientos relativamente parecidos a los de los trenes espanoles, pero en este caso el vagon contaba con unas literas a un lado y unos escualidos 2 asientos (uno frente a otro) al otro lado del escaso pasillo. Segunda sorpresa, esta vez positiva: esos asientos se podían convertir en una litera y encima había otra, con lo que en realidad sí que eran como literas, aunque el espacio no era suficiente para que yo pudiera dormir estirado XD. Por lo menos el viaje no fue tan duro como esperabamos. Lo malo fue que todo el mundo se echó a sobar muy pronto y teniendo en cuenta las posibilidades que nos ofrecia el vagón, nosotros tambien nos fuimos prontito a intentar dormir.
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En el vagón |
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Y otra |
A las 6 am ya estabamos en San Petersburgo. Los albergues no suelen dejar hacer el check in hasta las 11 o 12, asi que teniamos un monton de tiempo hasta que pudieramos tirarnos en las camas del albergue a descansar un poco en mejores condiciones. Decidimos caminar hasta el albergue de manera que podriamos empezar a ver un poco la ciudad y hacer algo de tiempo. Primera en la frente: a la salida de la estación había dos grandes calles y evidentemente cogimos la que no era. Anduvimos un poquillo hasta que conseguimos encontrar un cartel con el nombre de la calle y ¡Oh milagro! en San Petersburgo las calles si que están también en alfabeto latino. Así que media vuelta y a por la otra calle. Después de una buena caminata con las mochilas a cuestas llegamos hasta el hostal,
Cuba Hostel. ¿Que tipo de hostal nos esperaba?¿tan malo o peor que el de Moscú?
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De camino al hostal pasando por la catedral |
Dado que el hostal era recepción 24 horas decidimos intentar acceder por lo menos para dejar nuestras mochilas en el luggage room y descansar un poco en un lugar seco (evidentemente estaba lloviznando cuando llegamos a S.Petersburgo, para no variar). El albergue eran los dos plantas superiores de un edificio de tres bastante antiguo. En el segundo piso se encontraba la recepción, a la que entramos llevandonos una (quizá varias) gratas sorpresas. Esto sí que era un hosta en condiciones por lo que parecia que nuestra estancia iba a ser mucho más agradable que en el anterior. La segunda fue que las recepcionistas eran unas lindas y jovenes rusas (menudos ojazos tenía una de ellas) con lo que el ánimo se nos levanto en aquella mañana gris. Dejamos las mochilas, desayunamos un poquito y a descansar un ratillo. En eso estabamos cuando conocimos a las
chicas de oro. Unas australianas bien entradas en canas que estaban de vacaciones por las tierras bálticas y salian con camiseta y bragas al baño. Un autentico despolle, jeje. De hecho esa misma noche estuvimos un poco de charla con ellas (menudas birras se pimplaban las abuelas).
Tras un merecido descanso decidimos comenzar nuestro recorrido turístico por S.P. con intencion de volver al hostal para comer y echar la siesta. Comenzamos pues con la visita a la catedral (
St. Isaac), que se encontraba junto a nuestro albergue. Edificio de tamaño considerable (se supone que la tercera mayor del mundo, aunque no creo que sea para tanto, la verdad) e interesante por ser ortodoxa, aunque en uno de los laterales tenia una columnata que, por lo menos a mi, me parecio queria imitar ligeramente a las del Vaticano (evidentemente a una escala mucho menor). Coincidió que justo ese dia fue el primado/obispo o como quiera que se llame en el culto ortodoxo y pudimos asistir a un ritual consistente en casi desnudarlo y volverlo a vestir. De lo mas curioso y repugnante por el sentido de sumision y superioridad que conllevaba. Tras un ratillo observando nos decidimos a seguir nuestro camino hacia la siguiente iglesia, esta si con una construccion mas tipica de las iglesias ortodoxas (the Saviour on Spilled Blood.).
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Saviour on Spilled Blood desde un lateral |
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Las cupulas vistas desde el frente |
Visita rápida y nos dirijimos hacia lo que si no recuerdo mal fue el primer palacio del Zar Pedro I el grande cuando decidio fundar la ciudad. La verdad es que comparada con el resto de palacios, parecia la casa del jardinero XD. Los jardines que lo rodeaban eran más interesantes. Este palacio está junto al Neva, así que aprovechamos para echar nuestro primer vistazo al río (a eso sí se le puede llamar río y no al Nervión XD) y sacar alguna fotillo. Hora de hacer alguna compra y volver al hostal. Comer rapidito y a echar una siesta.
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En una estatua en los jardines |
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Asier junto al Neva con uno de sus puentes de fondo |
Tras la siesta decidimos ir a dar un largo paseo e intentar visitar la mayor cantidad de sitios posibles, ya que las siguientes mañanas se preveían duras. A nuestro ritmo habitual, lease a toda ostia, nos dio tiempo a ver buena parte de los edificios y lugares atractivos de S.P. : el Hermitage por fuera, el Almirantadgo, el edificio de la bolsa, algunos museos, un par de puentes sobre el Neva (una pena no haber sacado tiempo para verlos de noche), la fortaleza de Pedro y Pablo, ... Un señor paseo a un buen ritmo, así que acabamos bastante cansados. Vuelta al albergue con intención de hacer una macarronada de cena y luego liarla un poquito.
Menos mal que sólo la ibamos a liar un poquito, porque si no... no me quiero imaginar lo que hubiera podido pasar. Empezamos tomando una birras (que bien entraban) en la sala común del albergue y charlando con un tipo - Alfredo - de Valencia que estaba intentando hacer viaje - con reportaje videográfico incluido que intentará vender a alguna productora - desde España hasta Japón sin dinero, intentando que la gente le ayude o trabajar. Personaje bastante curioso. Es posible que salgamos en el video si finalmente se llega a publicar, aunque si nos dedica el mismo tiempo que en su
blog, creo que será un segundo, jeje. Tras Alfredo y sacar la botella de patxaran se nos unió otro nuevo personaje: Timur. Creo que se merece un parrafo aparte, jeje.
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A la derecha en 1 plano, Timur. Luego Alfredo y Marquitos |
Timur era un ruso sin ningún conocimiento de inglés (bastante normal entre los rusos) al que habiamos "conocido" por la mañana. Cuando llegamos al hotel tras el paseo matutino (12 am aprox.) subía él cargado con una caja de 24 latas de cerveza de medio litro junto a otro amigo, llamado Dimitri, y ya estaban borrachos. Cuando empezamos con el patxarán, quedaban en la nevera unas 4 latas, con lo que se habían bebido 20 a pachas. 5 litros de cerveza durante el día, por lo menos. Así que estaba en un estado de borrachera bastante avanzado y nos acojonaba un poco que se hubiera sentado junto a nosotros. Al principio no queríamos compartir con el nuestro brebaje mágico, pero tras insistir varias veces, decidimos dejarle catarlo. Chupitazo de patxaran que se tomo y nosotros con los ojos como platos. Nosotros seguimos a nuestra bola, empezando a animarnos con historietas, chistes, cantos, ... y Timur seguía allí mirándonos y como queriendo comunicarse. Finalmente propuso que brindasemos y accedimos a ello ofreciendole un poco más de patxarán. Despolle de brindis en ruso y Timur comenzó a dejar de darnos miedo para convertirse en el patrocinador de brindis sin descanso con el que nos empezó a mamar seriamente. Evidentemente el sonido de nuestros brindis y canticos atrajo a más gente del albergue: polacos, primeras rusas, austriacas,... Comenzaba la liada.
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Y todavia estabamos calentando... |
La botella de patxarán se termino, así que tocaba empezar otra: Brugal. Aquí Timur empezó a flaquear, su cuerpo ya no absorvía más alcohol. De hecho, al poco rato lo perdimos cuando callo de su silla al suelo para echarse una buena cabezada y tuvimos - o tuvieron, jeje - que trasladarlo hasta su habitación. Cuando ya pensabamos que nos ibamos a quedar sin brindis en rusos, se unió a la fiesta Marquitos. Otro ruso, doble de mi tamaño, que tomó el relevo de Timur para seguir los brindis. Ya estabamos desatados, menos Sergey que estaba un poco malo y no iba a salir. Se nos unió más gente: el irlandés con el que compartiamos habitación, otras tres rusas, ... El Brugal se acabó y sólo nos quedaba el Vozdka. Había que darlo todo. Menuda noche de brindis en ruso - que son más largos que un día sin pan - traducidos por una de las rusas recién incorporadas, canticos, despolle, ... 2 am de la mañana. Hora de salir un poco. Nos fuimos a un garito relativamente cercano al hotel que nos había comentado el irlandés y allí seguimos la fiesta. Vuelta al hostal a las 7:30 de la mañana tras desayunar algo - no recuerdo el qué pero diría que pizza.
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Esas rusas! Salgo fatal, por cierto |
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Encontramos a Phoenix del equipo A, XD |
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Fiestaaaaa |
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Que no pare! |
Llegamos al hostal y las chicas de recepción habían montado una fiesta basada en beber vozdka a la que nos animaron a unirnos. Se mascaba la tragedia. Les comentabamos que primero teniamos que cenar un poco y que luego decidiriamos. Fueron bastante insistentes, la verdad. Tras la cena, la cerveza y que la gente del albergue se nos fuera uniendo acabamos saliendo de nuevo con un aleman, las austriacas, unos americanos, una rusa, ... Una pena que perdieramos a las de recepción, jeje. Al final resulto una noche entretenida. Por cierto, las rusas son de arrimarse y restregarse bastante por lo que pudimos ver y comprobar, lo malo es que no se puede hablar con ellas XD.
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La gente que nos llevamos de fiesta |
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Que guapos somos, jeje |
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Las austriacas |
El sábado conseguimos levantarnos a una prudencial (entre otras cosas porque teníamos que dejar libre la habitación) y nos fuimos hasta Peterhof, un palacio cerca de S.P. frente al Baltico y junto a la desembocadura del Neva. Lo mejor del palacio son sus fuentes (la principal es preciosa) y sus jardines. Alli paseamos un par de horitas disfrutando de las vistas. Una pena que fuera un poco caro, aunque aquí si que colaron algunos falsos carnet de estudiante. Vuelta a S.P. y corriendo al Hermitage antes de que cerraran la taquilla. Llegamos bastante apurados pero ni tan mal, porque conseguimos entrar gratis en el museo (eran 350 rublos, algo más de 15 euros). Posiblemente la visita más rápida que nadie haya hecho a este museo: 1 hora y 5 minutos. Los cuadros en sí, aunque se supone que es una de las mejores pinacotecas del mundo, no me llamaron la atención y no hay un cuadro reclamo como en otros museos. Lo que si es impresionante es el propio palacio en el que esta el museo. Uno de los mejores en los que he tenido la suerte y/o oportunidad de estar. Simplemente por ello creo que merece la pena incluso pagar la entrada. Una pena que dejaramos las camaras en las taquillas (como suele ser requisito en muchos museos) porque en realidad podiamos haber entrado con ellas y haber sacado unas muy buenas fotos.
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Entrada a PeterHoff |
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Junto a la ultima fuente de la entrada |
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En "la fuente" |
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La fuente principal |
A las 18:00 nos echaron del Hermitage y hasta las 22:00 no teníamos el tren. Así que apuramos para hacer las últimas compras de souvenirs y regalos (vozdka entre ellos, por supuesto), despedirnos de la gente que aún estaba en el hostal y dirigirnos a la estación desde la que salíamos rumbo a Riga. Los rusos tienen la manía de tener un montón de estaciones de tren distintas, cada una para unos destinos concretos. Es un poco cristo para saber a donde tienes que ir y supongo que para hacer transbordos, jeje. Llegamos sin mayores complicaciones a la estación con tiempo de sobra para tomar un tentempié (cheese burger de McDonnald's que yo decliné) y de ver como la policía se llevaba de la estación a un par de borrachos y personas con no demasiada buena pinta. Nos quedaban pocas horas en Rusia, pero todavía podía pasar cualquier cosa. Se avecinaban 13 horas de tren, que nos habían anunciado peor que el de Moscú a S.P. ¿Qué nos esperaría? Lo veremos en el próximo y último capítulo.
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A punto de coger el tren |