Tempus fugit

Hay epocas, o más bien días, a lo largo del año en los que te das cuenta de cómo va pasando el tiempo, de lo fugaz que parece todo visto desde una perspectiva relativamente alejada. Con la edad, además, parece que ese inexorable paso del tiempo se hace aún más rápido y lo que antes parecía una eternidad se ve reducido a meros instantes almacenados en la memoria.

Cuando el primer cuarto de siglo está a punto de alcanzarme, aunque haya intentado huir de él, me veo en la obligación de echar la vista atrás. Hay cosas que me gustan y otras muchas que no. Me parece que últimamente me estoy abonando a las últimas. Allá por Mayo me hice un proposito de enmienda, de mejora, que poco a poco, por desidia, he ido aparcando en favor de la consabida facilidad de la vida que acostumbraba. Pues bien, se acabo. Desde hoy, 1 de Octubre, retomo esa resolución de cambio, de mejora tal como lo veo ahora.

Algunos cambios serán leves (horarios, algunos hábitos, ...) y algunos requerirán mayores sacrificios. Espero que todos aquellos que se vean involucrados sepan aceptar mi decisión. Lo siento, pero no quiero llegar a los 30 ni a los 50 con la misma sensación con la que llego a los 25 y creo que todavía estoy a tiempo de conseguir que no sea así. ¿Postearé los cambios? La verdad es que no lo sé, supongo que dependerá un poco de mi animo, de la importancia, ...

Por último, agradecer a los que vinieron al último Bass-Herri y se acordaron de mi con esa tartita. A los que no, nos vemos otro día.